Título: Leopoldo
Autor: Ema Wolf
Resumen:
Erase una vez un gato llamado Leopoldo y su dueño Caralino. Cuando el señor Caralino iba al supermercado del barrio ha comprar siempre se llevaba a su gato Leopoldo porque el gato era joven y siempre actuaba sin reflexionar. Siempre que Caralino iba al supermercado llevaba a Leopoldo en el carrito, pues un día que fueron al supermercado Leopoldo llevaba todo el carrito llevo, siempre compraba las cosas que le gustaban, compro latas de sardinas, frascos de anchoas, despojos de pollo, queso para untar, salchichones y copos de cereales para tomar con la leche. Como al doctor Carlino le daba vergüenza devolver todo eso, pagaba sin rechistar y se iban los dos juntos. Al salir a la calle el doctor le armó una escena al gato y juró de no llevarlo más, pero siempre lo llevaba. Desde hace dos o tres semanas que Carlino no compraba las mismas cosas por que el doctor Carlino observaba con inquietud la actitud de su gato.
Y ayer... ¿ Que paso ayer?
Autor: Ema Wolf
Resumen:
Erase una vez un gato llamado Leopoldo y su dueño Caralino. Cuando el señor Caralino iba al supermercado del barrio ha comprar siempre se llevaba a su gato Leopoldo porque el gato era joven y siempre actuaba sin reflexionar. Siempre que Caralino iba al supermercado llevaba a Leopoldo en el carrito, pues un día que fueron al supermercado Leopoldo llevaba todo el carrito llevo, siempre compraba las cosas que le gustaban, compro latas de sardinas, frascos de anchoas, despojos de pollo, queso para untar, salchichones y copos de cereales para tomar con la leche. Como al doctor Carlino le daba vergüenza devolver todo eso, pagaba sin rechistar y se iban los dos juntos. Al salir a la calle el doctor le armó una escena al gato y juró de no llevarlo más, pero siempre lo llevaba. Desde hace dos o tres semanas que Carlino no compraba las mismas cosas por que el doctor Carlino observaba con inquietud la actitud de su gato.
Y ayer... ¿ Que paso ayer?
Ayer, Carlino sorprendió a Leopoldo hipnotizado delante de un estante de latas de paté para gatos.
Le dijo Carlino a Leopoldo, Leopoldo tienes comido fresca en casa, así que olvídate del paté que es muy caro.
Carlino termino de la compras y salió del supermercado, al cruzar el aparcamiento, Carlino se dio cuenta de un horror, su gato había cogido una lata sin pasarla por la caja. El doctor Carlino se llevo un gran disgusto. Se imagino descubierto por los vigilantes del supermercado, tratando de explicar lo sucedido, Carlino pensó que tenía que mudarse del barrio porque sino sus vecinos pensarían que era un delincuente. Carlino pensó que solo había una manera de solucionarlo adecuadamente, cargo el gato la lata y las bolsas y volvió al supermercado. Nervioso pidió hablar con la gerente, al hombre le explico lo sucedido. Leopoldo aprovecho que Carlino estaba distraído y cogió la lata con intención de comersela cuando llegase a su casa.
Leopoldo se dio cuenta y le dijo: Carlino devuelve la lata al señor
el gerente miraba al gato y escuchaba a Carlino, el gato estaba aferrado a darle la lata. Por mucho que intentara quitarsela con todas las fuerzas no había manera. De pronto Carlino se dio cuenta de que la lata estaba estampada de una foto de una gata y dijo: - ¡Leopoldo!
El gerente bosteza
¡ Eh do n Carlino! Usted y yo a la edad de su gato... ¿ Se acuerda?
Carlino trata de hacer memoria pero no se acuerda de haberse enamorado de ninguna gata persa que se significa que tiene mucho pelo
- Don gerente créame
- Page y ya está.
Carlino se dirigió a la caja cinco, cajera cóbreme el paté y comentó:
Los gatos crecen doctor Carlino.
Un minuto después, Carlino respira el aire puro del exterior. Leopoldo abrazo la lata, se llevo por delante un macetero. Él doctor estaba algo emocionado. Miro a su gato. Suspiró. Nueva preocupaciones les esperaban: aventuras nocturnas de Leopoldo, peleas en el tejado con otros gatos, los peligro de la calle, Leopoldo que desperece cuatro días y vuelve a casa sucio y afónico... Y también ¿encontraría Leopoldo una gatita como esa? ¿Se enamoraría ella de él? ¿Por qué no? Después de todo, era un lindo gato suyo. Y mayor.
Opinión: A mí me ha gustado mucho ¡el gato se enamora de una gata estampada en una lata os lo recomiendo
Carlino termino de la compras y salió del supermercado, al cruzar el aparcamiento, Carlino se dio cuenta de un horror, su gato había cogido una lata sin pasarla por la caja. El doctor Carlino se llevo un gran disgusto. Se imagino descubierto por los vigilantes del supermercado, tratando de explicar lo sucedido, Carlino pensó que tenía que mudarse del barrio porque sino sus vecinos pensarían que era un delincuente. Carlino pensó que solo había una manera de solucionarlo adecuadamente, cargo el gato la lata y las bolsas y volvió al supermercado. Nervioso pidió hablar con la gerente, al hombre le explico lo sucedido. Leopoldo aprovecho que Carlino estaba distraído y cogió la lata con intención de comersela cuando llegase a su casa.
Leopoldo se dio cuenta y le dijo: Carlino devuelve la lata al señor
el gerente miraba al gato y escuchaba a Carlino, el gato estaba aferrado a darle la lata. Por mucho que intentara quitarsela con todas las fuerzas no había manera. De pronto Carlino se dio cuenta de que la lata estaba estampada de una foto de una gata y dijo: - ¡Leopoldo!
El gerente bosteza
¡ Eh do n Carlino! Usted y yo a la edad de su gato... ¿ Se acuerda?
Carlino trata de hacer memoria pero no se acuerda de haberse enamorado de ninguna gata persa que se significa que tiene mucho pelo
- Don gerente créame
- Page y ya está.
Carlino se dirigió a la caja cinco, cajera cóbreme el paté y comentó:
Los gatos crecen doctor Carlino.
Un minuto después, Carlino respira el aire puro del exterior. Leopoldo abrazo la lata, se llevo por delante un macetero. Él doctor estaba algo emocionado. Miro a su gato. Suspiró. Nueva preocupaciones les esperaban: aventuras nocturnas de Leopoldo, peleas en el tejado con otros gatos, los peligro de la calle, Leopoldo que desperece cuatro días y vuelve a casa sucio y afónico... Y también ¿encontraría Leopoldo una gatita como esa? ¿Se enamoraría ella de él? ¿Por qué no? Después de todo, era un lindo gato suyo. Y mayor.
Opinión: A mí me ha gustado mucho ¡el gato se enamora de una gata estampada en una lata os lo recomiendo
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