Un milagro
Había una vez un médico llamado (Ántony), que vivía en Málaga, pero se había mudado a Córdoba, él era muy buen médico, la gente que va a su consulta, habla de el cosas fantásticas , que es muy simpático, amable, cariñoso... Además de médico era también cirujano, la gente estaba super contenta con él, era el único médico bueno que había pasado por Córdoba a los otros médicos los despidieron .
Una familia de México, necesitaba ayuda, su hija necesitaba un trasplante de páncreas. La familia se llamaba, el padre Teódulo, la madre Úrsula, tenían dos hijas Fátima y Bárbara, Fátima era la niña que necesitaba un trasplante. Fátima era una niña muy agradable siempre con su sonrisa cálida hipnotizaba a la gente.
Los padres desesperados, viajaron desde muy lejos para hablar con el médico. Los padres llorando no sabían que hacer hasta que fueron ha hablar con el médico. Ántony viendo como caían las lágrimas de aquellos padres desconsolados, se puso en marcha para encontrar aquel órgano que necesitaba la niña. Llamó con su télefono a todos los hospital para haber si se encontraba aquel órgano. Ántony ponía cada centímetro de su valentía para encontrar el páncreas que necesitaba Fátima.
Al cabo de unos días el amigo de Ántony, que era un gran matemático, habló con Ántony le comentó que Fátima necesitaba un trasplante de páncreas. El matemático llamado, Javier le dijo que un abuelito, donaba un hígado, pero Ántony le dijo que necesitaba un páncreas urgentemente. Javier le dijo que si se enteraba de algo por Mónaco que lo informaría.
Al cabo de un rato Javier llamó por teléfono corriendo a Ántony, resulta que había encontrado un páncreas, la noticia salio por la tele y un anónimo llamó a Javier. Ántony al escuchar la noticia se puso contentísimo, y llamo a los padres corriendo y le dijo, hoy mismo vamos a operar a su hija, ya hemos encontrado el páncreas. Y rápidamente lo prepararon todo para meterla en el quirófano y le pusieron la máquina del oxígeno.
La familia se puso a saltar al enterarse de la noticia.
Unas largas horas de espera, el médico, les dijo a los padres que todo había salido perfecto, los padres le dieron las gracias y le dijeron:
- Te damos las gracias, es muy difícil conseguir un páncreas, eres nuestro héroe.
A partir de ese momento, el alcalde de Córdoba, en su nombre le hizo una estatua de cerámica, que recordará siempre la gente.